Día del Trabajo Social: mujeres que transforman la vida con dignidad y compromiso
- Prensa Empoderame
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Rubí no ha podido dormir bien en las noches, para hacerlo debe tomar medicinas, aunque logró alejarse de su expareja, todavía vive acciones y consecuencias de la violencia intrafamiliar que él provoca. Sin embargo, Rubí se despierta temprano para cumplir el compromiso que tiene a dos horas de distancia, ella cumple ese compromiso, porque en su camino de sanarse encontró una motivación; Salvar la vida de mujeres que como ella necesitan esa presencia, ese consejo y ese apoyo como primera ayuda pero indispensable para dar un paso adelante. Graduada de Trabajo Social, Rubí tiene un propósito de vida que cumple aún cuando su corazón también siente dolor y miedo, que no refleja, porque a Rubí cada vez que la vemos en la Fundación o en sus espacios, tiene palabras llenas de amor y en su rostro una sonrisa alegre y esperanzadora. Con consejos llenos de paz y preguntas curiosas que hace a manera de seguir aprendiendo cada vez de sus compañeras. Esmeralda también viaja cerca de una hora dentro de Cali -una ciudad colombiana- para llegar a la Fundación. Es trabajadora social y varios años de su experiencia los ha dedicado al acompañamiento psicosocial que presta el programa de atención de Empodérame a sobrevivientes de la trata con fines de explotación sexual. Mujeres que buscan una mano amiga para salir de las jaulas invisibles pero reales y sobre todo estructurales que coaccionan a las mujeres a permanecer casi sin salida en escenarios de violencia múltiple, propios de la explotación.
Esmeralda asiste con puntualidad y compromiso a desarrollar sus labores profesionales de trabajadora social, pero ella también sale de su jaula, a ser libre mediante los vínculos que forja con las usuarias, o a través de la ejecución de programas y proyectos, y sobre todo cuando ve a las mujeres cumplir su proceso en el que vuelan empoderadas hacia un nuevo comienzo. Ver a Esmeralda abrir los ojos sincronizadamente con su sonrisa y con una emoción, tanta que supera su tono promedio de voz, al contar las historias de superación de las usuarias. Esas historias son ella misma en su esencia, dando cada día un paso adelante para dejar atrás violencias y maltratos, sobre todo psicológicos, de los que también con mucho empeño y en ejemplo para sus compañeras de lucha ha logrado superar.
Zafiro está por terminar con éxito su carrera de Trabajo Social en la Universidad, no ha sido fácil y de hecho está aún más difícil, ha debido empezar a trabajar de manera alterna en turnos largos y extenuantes. El tiempo se ha vuelto más corto para ella y ya no dormir tampoco es suficiente. Su actitud es una muestra honesta de la mujer negra que resiste con dignidad y fuerza y que ella, de manera orgullosa y única reconoce. Es valiente porque brinda su ser sincero y empático aún cuando su alma carga dolores y recientes pérdidas que también necesitan abrazos y oídos.
Estas son sólo 3 de las historias de mujeres Trabajadoras Sociales en Colombia que aportan a construir y reparar la vida en cada día, a través de su profesión han movilizado su humanidad, esa que se carece en la violencia. La protagonista de cada historia lleva el nombre de una piedra preciosa, porque Fundación Empodérame está llena de piedras preciosas en bruto, que cada día se pulen con el apoyo mutuo y conjunto.
Hoy hacemos homenaje a las trabajadoras sociales que representan la realidad de esta profesión en un contexto de inequidad y violencia contra las mujeres. Deseamos que su trabajo impulsando cambios positivos con dignidad y humanidad para el mundo, también de ustedes como mujeres que resisten.
Es su amor en la profesión que está también para cambiar sus vidas y lograr todo lo que se proponen si siguen creyendo en su poder.
Gracias por hacer tan grandiosa labor en la Fundación Empodérame.
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