La protección de las mujeres en Colombia, entre barreras y abandono
- Prensa Empoderame
- 27 ago
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Comité de Evaluación de Riesgo y Recomendación de Medidas (CERREM), es el comité interinstitucional que analiza los casos de personas en riesgo (p. ej., lideresas, defensores/as, periodistas) y recomienda las medidas de protección.
Cuando hablamos de CERREM Mujeres, es la mesa enfocada en casos de mujeres en riesgo.
Allí el Estado analiza si una mujer está en riesgo y decide qué medidas de protección recomienda (traslados, esquemas de protección, apoyos). Su misión es evaluar el riesgo con criterios de género y, una vez tomada la decisión, notificar e implementar las medidas a través de la Unidad Nacional de Protección UNP. Es, en la práctica, la puerta por donde pasan (o se frenan) las protecciones urgentes.
Los que toman decisiones en ese comité son Ministerio del Interior, MInisterio de Defensa, Presidencia (DD. HH.), Unidad para las Víctimas y Policía; la Secretaría Técnica la lleva la Unidad Nacional de Protección (UNP).
¿Y las mujeres?
La UNP en un documento que nos envió, reconoce que hay “invitadas permanentes” con solo voz: Procuraduría, Defensoría, Fiscalía, ONU Mujeres, ONU DD. HH. y cuatro mujeres del movimiento de mujeres. No votan. Además, la selección de esas cuatro representantes depende del Ministerio del Interior y, aunque el asunto se discutió en 2023, no hay avances ni reglas claras: no sabemos cómo se eligen, quiénes son hoy ni cada cuánto se renuevan. En castellano simple: la participación de las mujeres lideresas en ese espacio, durante este gobierno está apagada.
La UNP enumera como “garantías” de participación cosas como enviar invitaciones, apoyar con conectividad o prestar equipos para que las invitadas se conecten. Eso ayuda a estar en la reunión, pero no cambia que sigan sin voto y que la elección de delegadas permanezca opaca.
Cuando una lideresa o periodista está amenazada, la urgencia es salvar la vida. Si quienes representan a las mujeres no votan y no sabemos cómo se eligen, las medidas tienden a ser tardías, mal ajustadas o negadas sin trazabilidad. El CERREM debería ser un acelerador; hoy corre el riesgo de ser una barrera más contra las mujeres.
Es importante tener reglas públicas y calendario para elegir a las 4 delegadas del movimiento de mujeres; listado actualizado de quiénes participan en cada sesión; actas y criterios publicados para permitir control ciudadano; y un mecanismo de incidencia vinculante (voz con voto o una fórmula equivalente) para que la experiencia de las mujeres en riesgo sí determine las decisiones del comité.
Nos preocupa esta situación por el riesgo que corren las mujeres que atendemos ante el incremento de la violencia en el territorio.






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