top of page

Carta abierta a Jineth Bedoya Lima


ree

Querida Jineth:

Hoy quiero dirigirme a ti como lideresa de la Fundación Empodérame, y también desde mi corazón de mujer, de sobreviviente y de compañera.


Quiero pedirte perdón. Perdón en nombre de un país que no estuvo a la altura de tu dignidad, que dejó pasar 25 años sin darte justicia. Perdón también por mis propios juicios pasados, cuando yo no alcanzaba a verte en toda tu dimensión, y pensaba —desde mi dolor— que eras una víctima privilegiada. Con el tiempo, la vida, la lucha y el corazón me enseñaron que tu lugar te lo has ganado a pulso, que cada espacio que hoy representas está escrito con esfuerzo, con heridas, con resiliencia.


Fuiste tú quien, aún sin ninguna obligación, me abrió espacios para que mi voz no se silenciara. Fuiste tú quien creyó en la importancia de lo que cargaba en mi pecho. Fuiste tú quien compartió conmigo momentos hermosos, quien conoció el refugio que construimos para otras mujeres como nosotras, quien abrazó mi familia, quien conoce a mi nieto, a mi esposo, a quienes forman parte de mi vida íntima.


Desde esos encuentros sinceros, tu ejemplo ha sido impulso en mi caminar. Has sido mucho más que un nombre reconocido: has sido una guía.


Hoy, cuando anuncias que desistes de seguir esperando de un sistema que nunca estuvo a la altura de tu dignidad, quiero decirte que no estás sola. Tu renuncia no es derrota; es también una forma de resistencia, una forma de señalarle al mundo que no aceptamos la impunidad como normalidad.


Desde la Fundación Empodérame, y desde el amor profundo que te tengo como mujer, te abrazamos. Reconocemos tu fortaleza, tu legado y tu mensaje al mundo.


Seguiremos caminando juntas, en la memoria, en la verdad y en la lucha.


Con respeto, amor y compromiso,

Claudia Yurley Quintero Rolón

Fundación Empodérame


 
 
 

Comentarios

Obtuvo 0 de 5 estrellas.
Aún no hay calificaciones

Agrega una calificación
bottom of page