¿Qué hace (y qué no hace) la Fundación Empodérame?
- Prensa Empoderame
- hace 19 horas
- 3 Min. de lectura

En Fundación Empodérame recibimos a diario múltiples solicitudes de acompañamiento por parte de mujeres que atraviesan situaciones complejas: violencia, desprotección estatal, explotación, pobreza extrema o desregulación emocional. Cada caso es una vida, una historia, una urgencia. Por eso queremos ser claras y transparentes sobre qué servicios ofrecemos, qué compromisos asumimos y qué funciones no están dentro de nuestras capacidades como organización feminista comunitaria.
Este ejercicio no busca excluir ni negar ayuda, sino todo lo contrario: generar relaciones basadas en la confianza, la claridad y el respeto mutuo. Muchas veces, el desgaste emocional que vivimos como defensoras tiene que ver con las expectativas irreales o con exigencias que no nos corresponden asumir. Lo decimos con firmeza, pero también con cuidado.
Lo que sí hacemos
Acompañamiento psicosocial
Ofrecemos atención emocional inicial a mujeres sobrevivientes de trata de personas, prostitución, explotación y otras formas de violencia basada en género. Nuestro enfoque es feminista, psicosocial y comunitario. No hacemos terapia clínica de largo plazo, pero orientamos y acogemos en momentos de crisis.
Orientación jurídica y producción de informes
Asesoramos a mujeres que buscan acceso a la justicia en casos de trata, violencia, explotación o negligencia institucional. Elaboramos informes psicosociales en procesos judiciales, administrativos o de protección, en articulación con entidades del Estado o redes de abogadas aliadas.
Incidencia política y exigibilidad de derechos
No nos limitamos al acompañamiento individual. Promovemos acciones colectivas, campañas públicas y procesos de exigibilidad ante el Estado para que se abran rutas de empleo digno, protección y justicia para las mujeres en situación de vulnerabilidad.
Construcción de redes y espacios seguros
Cuando tenemos recursos realizamos de escucha, talleres, grupos de formación y espacios para la construcción de autonomía. Acompañamos a mujeres desde una lógica de empoderamiento comunitario, no de asistencialismo.
Gestión de apoyos puntuales en casos extremos
En situaciones críticas, podemos orientar o ayudar a gestionar cupos en casas refugio, atención humanitaria o traslados. Esto depende de la disponibilidad de entidades aliadas, no de la Fundación como proveedora directa. Nosotras no contamos con casas ni dinero para pagar arriendos.
Lo que no hacemos
No brindamos atención médica ni medicación
No entregamos medicamentos, no hacemos diagnósticos médicos ni tramitamos las citas médicas. No somos una entidad de salud.
No intervenimos directamente en conflictos familiares o comunitarios
No tenemos competencias para mediar en problemas entre vecinos, peleas familiares o disputas domésticas. Podemos orientar la activación de rutas, pero no asumimos funciones que corresponden a Comisarías de Familia, Policía o autoridades locales.
No entregamos subsidios ni ayudas económicas permanentes
Somos una organización de derechos humanos, no una entidad gubernamental. Gestionamos recursos limitados para casos estratégicos, pero no prometemos ayudas materiales sostenidas. No tenemos bodegas con mercados ni insumos.
No toleramos maltrato, exigencias agresivas ni reclamos ofensivos
Trabajamos con respeto y dignidad. Las agresiones verbales, los insultos o las exigencias fuera de lugar no son aceptables. Nadie en nuestro equipo está obligado a soportar violencias mientras brinda apoyo a otras mujeres.
No somos salvadoras, ni hacemos milagros
Acompañamos con ética, no con promesas mágicas. No somos responsables de todo lo que el Estado debería garantizar, ni tenemos la capacidad de resolverlo todo. Acompañamos procesos, no fantasías.
Una relación basada en el cuidado mutuo
Creemos en el acompañamiento como un acto político y amoroso. Pero también sabemos que solo se puede acompañar con honestidad. Por eso hacemos este ejercicio de claridad pública: para protegernos como equipo, pero también para ofrecer lo que realmente podemos sostener, sin falsas expectativas.
Esta es una fundación que existe gracias al compromiso colectivo, no a la sobreexigencia individual. Lo que hacemos, lo hacemos con convicción. Pero sabemos hasta dónde llega nuestra labor. Te lo contamos con respeto y con responsabilidad.
También es importante que sepas que quienes hacemos parte de Fundación Empodérame somos mujeres humanas, no heroínas con poderes extraordinarios. Claudia, su fundadora, es una mujer sobreviviente que trabaja como persona natural para sostener a sus padres, a su hijo y a su nieto. Todas las integrantes del equipo tienen otros trabajos para poder cumplir sus sueños, sostener sus hogares y, aun así, eligen dedicar parte de su vida a esta causa. Cometemos errores, nos cansamos, lloramos y también necesitamos cuidado. Esta fundación no se sostiene por dinero ni por milagros: se sostiene por convicción, por amor político y por la lucha diaria de mujeres reales que creen en la posibilidad de una vida sin violencia. Por eso, más que exigirnos perfección, te invitamos a caminar juntas con respeto, claridad y humanidad.
Comments