Cuando el corazón se cansa: Reflexiones sobre el límite y el cuidado en las lideresas sociales
- Prensa Empoderame
- 7 may
- 2 Min. de lectura

En Empodérame, trabajamos todos los días con el alma. Gestionamos apoyos, acompañamos procesos, salvamos vidas. Pero ¿Quién cuida a quienes cuidan? ¿Dónde va la tristeza cuando sentimos que no somos suficientes, aunque lo hayamos dado todo?
Esta reflexión nace desde el cansancio honesto, desde la sensación de que a veces, aun dando terapia, asesoría, acciones jurídicas complejas, peticiones al Estado, comida, techo, formación, y hasta compañía, no alcanza. Sentirnos abrumadas no es debilidad: es humano. Y es también político.
Las lideresas sociales, defensoras, psicólogas, trabajadoras sociales, madres comunitarias, sobrevivientes, vivimos muchas veces una doble carga: apoyar a otras y sostenernos en silencio. Esta nota no es para juzgar a nadie, sino para decirlo con claridad: también tenemos derecho a poner límites, a decir “ya no puedo más por hoy”, a descansar sin culpa.
En nuestras relaciones de ayuda debe existir reciprocidad, cuidado mutuo, y conciencia de que no somos inagotables. Cuando damos todo y nos piden más, sin considerar los esfuerzos, duele. Y ese dolor también hay que nombrarlo y tramitarlo.
Queremos abrir un espacio para hablar de esto con honestidad: el autocuidado no es un privilegio, es una herramienta de salud integral. Los límites no son rechazo, son amor propio. El descanso no es abandono, es una pausa necesaria para volver a caminar.
Se lidia con frustración, eso es verdad. Ante el abandono estatal, nos convertimos en la primera línea de apoyo y la red de nuestras usuarias y ese desgaste viene porque estamos asumiendo tareas que no nos corresponden, que son trabajo de los gobiernos locales o nacional. Manifestemos el cansancio y la inconformidad incluso con ellas, digámosles que no podemos más, que somos débiles a veces. Digamos que no somos Dios.
Si tú también te has sentido así, queremos que sepas que no estás sola. Nos tenemos. Y juntas también aprenderemos a cuidar sin rompernos.

Comentarios