Pedagogía transformadora para formar a miembros de fuerzas de seguridad
- Prensa Empoderame
- 4 abr
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Acercar a las fuerzas policiales a las comunidades sigue siendo uno de los mayores desafíos en contextos marcados por la desconfianza, la revictimización y las prácticas institucionales alejadas de los enfoques de derechos humanos. En países como Colombia, donde el conflicto armado, la desigualdad y la violencia basada en género han dejado profundas huellas sociales, la formación ética y humanizada de los cuerpos de seguridad no es un lujo, sino una urgencia.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha señalado que el deber de prevenir violaciones a los derechos humanos incluye la capacitación del personal estatal en el respeto y la promoción de estos derechos (CIDH, Informe sobre Seguridad Ciudadana, 2009). Asimismo, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) ha advertido que la falta de entrenamiento especializado en trata de personas y violencia de género puede conducir a una revictimización sistemática, obstaculizando el acceso a la justicia y perpetuando la impunidad.
En este contexto, la formación policial con perspectiva de género, enfoque diferencial y conocimiento profundo sobre la trata de personas resulta clave para garantizar respuestas institucionales efectivas. Según el Ministerio del Interior de Colombia, en su informe sobre la implementación de la Ley 985 de 2005, uno de los principales vacíos en la lucha contra la trata es la falta de formación continua y especializada en los funcionarios encargados de la atención inicial.
Frente a esta realidad, se hace necesario implementar metodologías que permitan no solo transmitir información técnica, sino también transformar actitudes, romper prejuicios y construir empatía, especialmente con relación a las mujeres víctimas de explotación sexual, trata, violencia doméstica y migración forzada.
Desde el año 2016, la defensora de derechos humanos Claudia Yurley Quintero Rolón ha liderado procesos de formación y sensibilización con miembros de la Policía Nacional de Colombia, especialmente en temas relacionados con la promoción de los derechos humanos, identificación y prevención de la trata de personas, la explotación sexual, y las violencias basadas en sexo y género.
Su trabajo parte de un enfoque profundamente humano, participativo y pedagógico, inspirado en los principios de la educación popular de Paulo Freire, donde cada participante no es un receptor pasivo de información, sino un actor crítico de su propio aprendizaje.
Claudia ha diseñado y aplicado metodologías que combinan herramientas psicosociales, enfoques vivenciales y técnicas participativas. Uno de los ejercicios centrales es la metodología de “Un paso adelante”, promovida por las Naciones Unidas, que permite a los y las participantes experimentar las desigualdades estructurales desde la empatía, al asumir distintos roles sociales y reflexionar sobre sus privilegios o desventajas. Este ejercicio ha sido una puerta poderosa para el cambio de conciencia dentro de la fuerza pública.
Además, ha creado dinámicas propias como:
“Empatía en acción”: una técnica participativa que utiliza dramatizaciones y análisis de casos reales para romper estereotipos y reconocer las barreras que enfrentan las víctimas de explotación.
“Del uniforme al reconocimiento”: una metodología que promueve la autorreflexión de los policías sobre el poder institucional y su responsabilidad en la protección de derechos humanos.
Círculos de palabra y escucha activa: espacios donde los agentes pueden reconocer sus prejuicios, compartir experiencias y comprometerse con la transformación institucional.
Estas estrategias, aplicadas en procesos formativos en al menos 17 ciudades del país, han llegado a más de 980 integrantes de la Policía Nacional, logrando impactos sostenidos en la forma en que se abordan los casos de violencia y se interactúa con mujeres víctimas de trata y explotación.
Lo que diferencia el trabajo de Claudia es su profesionalismo ético, creatividad metodológica y la autoridad que nace de su experiencia como sobreviviente. En sus talleres, teoría y vivencia se entrelazan para tocar conciencias y formar agentes capaces de actuar con dignidad, justicia y enfoque diferencial.
Su labor demuestra que sí es posible formar a las instituciones desde el corazón de los derechos humanos, generando cambios reales desde la pedagogía crítica, la sensibilidad y el conocimiento profundo del fenómeno que combate.
Con una trayectoria respaldada por resultados concretos y metodologías reconocidas, Claudia Quintero ofrece servicios de formación y consultoría especializada para empresas de seguridad privada, cuerpos policiales, fuerzas públicas y equipos de protección, tanto en Colombia como a nivel internacional. Su enfoque combina experiencia vivencial, fundamentación en derechos humanos y pedagogías participativas adaptadas a contextos de riesgo, migración, género y trata de personas. Las formaciones pueden adaptarse a distintas necesidades institucionales, priorizando siempre el fortalecimiento ético, la transformación de prácticas y la construcción de capacidades reales para prevenir y atender situaciones de violencia contra mujeres, niñas y personas vulnerables.
Si su entidad está comprometida con el respeto a los derechos humanos y la formación de equipos realmente preparados para prevenir la violencia y la explotación, este es el momento de actuar. Escríbanos y agende una asesoría personalizada.
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